La fisioterapia potencia la musculatura del suelo pélvico mediante ejercicios de pelvis, gimnasia abdominal hipopresiva, calendario miccional y electroterapia.
La fisioterapia es eficaz en el tratamiento de las patologías de próstata, tanto desde el punto de vista preventivo como tras la cirugía, al evitar y reducir los problemas postoperatorios, según asegura el secretario general del CGCFE, Manuel Alcantarilla. «Por lo general la patología benigna de próstata (prostatitis) no provoca secuelas y la intervención del fisioterapeuta se realiza con la finalidad de romper la fibrosis, empleando fundamentalmente masaje transverso de Cyriax», añade.
Sus principales secuelas, prosigue este especialista, aparecen tras la intervención quirúrgica y consisten en incontinencia urinaria e impotencia y retención de orina, debido a que se daña el esfínter uretral y la musculatura del suelo pélvico. Por ello, «una vez realizada la intervención, es conveniente realizar el tratamiento de Fisioterapia con el objetivo de acelerar el proceso de recuperación y minimizar las posibles secuelas», agrega el Dr. Alcantarilla.
La intervención del fisioterapeuta se centra en disminuir los esfuerzos abdominales, el aprendizaje de la dinámica miccional y el refuerzo de la musculatura. Para lograr esos objetivos, la fisioterapia potencia la musculatura del suelo pélvico mediante ejercicios de pelvis, gimnasia abdominal hipopresiva, calendario miccional y electroterapia.
Los problemas de próstata afectan a un 15% de los hombres en algún momento de su vida. Aproximadamente, el 80% de los mayores de 60 años tiene alguna dificultad al orinar debido al crecimiento de la próstata.
(Fuente: jano.es)