Algunas manifestaciones cutáneas pueden alertar sobre la presencia de un tumor maligno, incluyendo, no solamente las clásicas y tradicionales paraneoplasias, sino también aquellas otras de carácter genético que en su devenir clínico pueden alertarnos sobre posibles eventualidades de órganos internos.
Gracias a un mejor conocimiento de estas dermatosis hemos conseguido mejores diagnósticos, incorporando a su vez nuevas observaciones y en consecuencia, ampliando en gran medida el espectro de estas lesiones de piel en relación a tumores internos.
En el caso de la precisión en el diagnóstico, este varía en función del tipo de patología, situándose en un 90% en algunos casos. Sin embargo, en otros, las observaciones cutáneas aún no son válidas para extraer conclusiones definitivas. Por lo tanto, y de forma general, podemos extrapolar un diagnóstico de cáncer interno ante la presencia de distintas dermatosis en un 20% de los casos.
Además de posibles tumores internos, la piel puede ser reflejo de otras patologías, como puede ser la diabetes mellitus. De hecho, el 10% de los diabéticos presenta lesiones cutáneas antes del diagnóstico de la propia diabetes y el 40% de ellos sufrirá una dermopatía en el curso de la misma. Lo mismo sucede con las patologías digestivas o los trastornos hematológicos. En definitiva, cualquier patología interna puede presentar alguna impronta en la piel.
La obra recientemente publicada, Manifestaciones cutáneas de neoplasias malignas internas, y de la que soy autor junto a la doctora Florencia Galdeano de Acosta y la profesora Maria Luisa Poljak, aborda, recopila y estudia las dermatosis que guardan relación con patologías neoplásicas internas. Integra no sólo las de origen paraneoplásico y las enfermedades genéticas de la piel con riesgo de desarrollar un tumor interno, sino también muchos otros problemas dermatológicos en los que se han descrito la existencia, con distintas frecuencias, de malignidad interna.
Nelson Driban
Profesor Emérito de Dermatología. Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza-Argentina)
(Fuente: conectaelsevier.es)
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