FRUTA Y VERDURA PARA MEJORAR LA FUNCIÓN MENTAL

Científicos alemanes muestran que quienes consumen las cantidades recomendadas tienen un mejor funcionamiento cognitivo.

Un estudio de la Universidad Heinrich-Hein de Düsseldorf (Alemania) ha demostrado que las personas que consumen frutas y verduras en las cantidades recomendadas tienen un mejor funcionamiento de su sistema cognitivo.
 
El estudio tomó como muestra a personas sanas de 45 a 102 años y observó que aquellas que tienen una ingesta adecuada de frutas y verduras en su dieta diaria tienen una mayor capacidad de generar antioxidantes naturales y presentan una mejor función cognitiva. Estos resultados son decisivos a la hora de prevenir enfermedades degenerativas, como por ejemplo el Alzheimer u otras demencias.
 
Algunas frutas y verduras contienen mayores capacidades antioxidantes. Las que presentan un color rojizo, morado o azulado (bayas, col lombarda, berenjena o granada) contienen una sustancia llamada antocianina, cuyas propiedades antioxidantes han sido evaluadas incluso en la prevención del cáncer. Igualmente, las hortalizas de hoja verde (espinacas o acelgas), cuya concentración de vitamina C es bastante elevada, ayudan a proteger nuestro sistema inmunitario.
(Fuente: jano.es)

EL CONSUMO HABITUAL DE COMIDA GRASIENTA PUEDE DEBILITAR EL SISTEMA INMUNITARIO

Un estudio sueco comprueba que los glóbulos blancos de ratones sometidos a una dieta alta en grasa de cerdo tienen menos capacidad para atacar a las bacterias.

El consumo habitual de comida grasienta puede debilitar el sistema inmunitario, según muestran los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Gotemburgo (Suecia).
 
Sometieron a ratones a una dieta basada en grasa de cerdo durante un largo periodo de tiempo y observaron que la capacidad de los glóbulos blancos para atacar a las bacterias disminuyó. Además, observaron que un 60% de las calorías de estos ratones provenían de la grasa, en comparación con el 10% de calorías de aquellos que no siguieron esta dieta.
 
La responsable de la investigación, la doctorando Louise Strandberg, señaló que “la obesidad está asociada habitualmente a una inflamación que no proviene de una infección, lo que simplemente significa que las defensas inmunitarias se activan de forma innecesaria. Irónicamente, los ratones con una dieta rica en grasas tienen un sistema inmunitario menos activo cuando realmente lo necesitan”, subrayó.
 
Además, añadió que las personas obesas tienen un mayor riesgo de padecer una infección, por ejemplo en una operación. “En ratones, el estudio muestra que es la comida grasienta y no la obesidad misma la que afecta a la habilidad para combatir la sepsis causada por las bacterias”, declara la investigadora.
(Fuente: jano.es)